El estilo nórdico apareció a principios del siglo pasado en países nórdicos como Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia, pero conforme ha ido pasando el tiempo se ha convertido en tendencia aportar este estilo al interiorismo. A continuación, vamos a dar algunas claves para tener un look nórdico en las casas o establecimientos:
- Estos países cuentan con una escasa luz natural y este estilo surgió, precisamente, para que se contrarreste la poca luz, predominando de este modo los colores claros.
- Cuando se busquen telas para que se decore la casa se pueden escoger los que vengan de la naturaleza como puede ser el lino o el algodón, aportando un toque personal con tonos claros. También, a la hora de escoger los muebles, que sean de madera está bien para dar un toque relajado y luminoso.
- Sencillez en las formas, es decir, tratar que sean de líneas rectas y depuradas donde se combinen con curvas sinuosas y suaves, sin que se sobrecargue el espacio con muebles.
- En el estilo nórdico se emplean los motivos geométricos en blanco y negro, aunque también pueden ser de otro color, con una estética ordenada y regular.
- Combinar estilos, donde los ambientes nórdicos admiten piezas decorativas y muebles con aspecto industrial, haciendo que la decoración sea más personal y acogedora. A lo mejor interesa restaurar un mueble antiguo para convertirlo en moderno o incluso si se encuentra en un mercado de antigüedades.
- Materiales diversos influenciados por otros movimientos decorativos. Últimamente se han ido incorporando materiales más allá de la madera, como el latón o el cobre, dando un toque más contemporáneo. También, el mármol es otro de los elementos que combina bien en este tipo de decoración.
- Reciclaje y reutilización. Una de las claves principales es que se descontextualicen piezas o materiales, dándoles un uso que no es habitual, como palés como mesas, escaleras como estanterías, etcétera.
- Las plantas son siempre acierto seguro, dando igual el tipo de decoración por el toque vegetal que se le da a la estancia donde se esté alegría, calidez o viveza, haciendo de ello una zona fría, dándole sentido de calidez y acogedor.
- El uso de papel pintado en las habitaciones de la casa es la pieza vertebradora del estilo, dando un toque acogedor, alegre o divertido, combinándolo con guirnaldas.