¡Buenos días! Hoy en nuestro blog traemos una entrada muy subjetiva, porque como siempre se ha dicho: para gustos, los colores.
Son muy importantes a la hora de crear un hogar donde te sientas cómodo y te aporte alegría y felicidad. Además de elegir un color que a ti te guste y te aporte también hay que tener en cuenta la amplitud y el tamaño de la estancia que se va a pintar. Por ello, en esta publicación queremos aconsejarte algunos de los colores que vendrían estupendos si tienes una cocina pequeña, tanto para los muebles que elijas como para tus paredes. ¿Preparados? ¡A colorear!
El blanco
El color blanco siempre es protagonista. Además de que pega con todo, también transmite calma, pureza y orden. Si te parece aburrido, siempre puedes darle color con otros accesorios y objetos decorativos.
Este color viene genial para cualquier estancia, pero sobre todo para habitaciones pequeñas. Podría ser idóneo para tu cocina, ya que una estancia blanca aporta amplitud y mucha luminosidad.
Blanco y negro
La combinación de blanco y negro tampoco se queda atrás ya que es muy recurrida. A las aportaciones del blanco se suma la elegancia que transmite el color negro. Para no restar luminosidad a tu cocina, puedes establecer el color blanco como protagonista y añadir ciertos detalles en color negro. Una buena mezcla de ambos colores puede resultar perfecta para tu cocina.
Colores claros
Los colores sencillos, al igual que el blanco, son una opción adecuada para una cocina pequeña. Porque el espacio resultará más estético, amplio y son colores fáciles de limpiar. No todo es imagen, además de bonito también debe ser útil.
Por ejemplo, un color sencillo es el azul. Transmite tranquilidad y relajación. Si no quieres usar solo azul puedes combinarlo con blanco o con tonos de un azul más oscuro. Una vez establecido el color protagonista, puedes jugar con distintas mezclas.
Otro color aconsejable es el verde, inspira armonía y añade un toque más natural.
Colores vivos
¿Qué te parece el amarillo? Los colores vivos son muy innovadores y modernos, perfectos para personas atrevidas con la decoración. Ten en cuenta que debe ser un color vivo, pero no extremadamente fuerte, podrías cansarte de él muy pronto.
El amarillo también puedes combinarlo, pero es aconsejable hacerlo con blanco. Los colores vivos restan amplitud a la estancia y por ello, la mezcla con el color blanco puede equilibrar la fuerza del color amarillo y aportarle a tu cocina la armonía que necesita. Ambos colores pueden convertir una cocina pequeña, en una cocina muy alegre.
Está de tu mano elegir que quieres que transmita tu hogar, para ello, sírvete de los colores. Son muchas las opciones, puedes optar por colores sencillos como el blanco o el negro, arriesgar un poco y optar por un verde o azul claro o bien puedes arriesgar mucho y optar por un amarillo, un naranja o un rojo.
Los colores también expresan la personalidad de quien los elige. ¿Tú de que color eres?
